Estos primeros días de fresco en Mallorca nos recuerdan a las “matances” de cerdo. Se realizan una vez al año y normalmente en los meses fríos de invierno.
Una de las tradiciones mallorquinas que más se ha conservado durante el transcurso de los años es “fer matances”, la matanza del cerdo. Muchas familias todavía matan uno o dos cerdos para elaborar productos como la sobrasada, producto estrella en Mallorca y fuera de ella.
Desde hace más de dos cientos años se realizan matanzas para que las familias dispongan de alimentos cárnicos todo el año. Actualmente continúa siendo un alimento que se consume a diario en los hogares mallorquines.
El éxito y conservación de las “matances”, es que son la excusa perfecta para reunirse familiares, amigos, vecinos y conocidos que colaboran a la realización de diferentes productos del cerdo como la sobrasada, los “botifarrons”, “camaiot”, etc. Son alimentos muy completos nutritivamente y se conservan en perfecto estado durante todo el año.
La famosa y exquisita sobrasada se elabora con carne magra de cerdo, tocino, pimienta, pimentón y sal, todo bien picado y mezclado. Cuando se ha realizado la pasta se embute dentro de diferentes tipos de tripas, las que dan nombre a diferentes tipos de sobrasada que podemos encontrar en el mercado. Después según el tipo se dejan madurando más o menos tiempo, por lo tanto podremos comerlas en diferentes momentos del año. Desde el año noventa y tres está reconocida por la Unión Europea con el sello de calidad de Indicación Geográfica Protegida.
Así pues, ahora solo queda comprar una de estas exquisitas sobrasadas mallorquinas.